Cómo la mente controla nuestro cuerpo

Las preocupaciones o la sensación de que estamos en peligro puede aumentar los niveles de cortisol hasta un 50% por encima de lo recomendable, aún cuando no estemos realmente en peligro.

Cuando pasamos por periodos prolongados de estrés, el cortisol que generamos se vuelve un agente toxico que genera inflamación en nuestro cuerpo, por lo que se ve afectada la regeneración sana de las células y se debilita nuestro sistema inmunológico.

La Dra. Marian Rojas en su libro “Como hacer que te pasen cosas buenas”, menciona que en circunstancias de miedo, amenaza, tristeza o frustración, si las mantenemos por mucho tiempo nuestro cuerpo se “intoxica por cortisol”, lo que puede causarnos enfermedades y trastornos.

Te comparto algunos de los síntomas.

Físicos: caída de pelo, temblor en ojo, sudoración excesiva en manos y piel, opresión en pecho, dolores musculares, hormigueo en extremidades, colitis, gastritis, colon irritable, artritis, migrañas, etc.

Psicológico: alteraciones del sueño, irritabilidad, cambios de humor, apatía, se afecta nuestra memoria olvidando cosas fácilmente, depresión, ansiedad, problemas para concentrarnos, etc.

Conductual: cuando tenemos los niveles de cortisol altos tendemos a aislarnos, preferimos estar solos, nos cuesta trabajo socializar.

Por lo que vemos, los pensamientos ejercen un gran poder sobre nuestro cerebro y en cómo reacciona nuestro cuerpo. en un viaje reciente aprendí que el cuerpo hace lo que la mente quiere. Y no sólo lo aprendí lo comprobé, pronto les estaré compartiendo esta experiencia.

Por ahora, si ya comprendimos la importancia de nuestros pensamientos y cómo afectan nuestra salud física y mental ¿Por qué no aprendemos a gestionarlos?

 

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